La poltrona es la consecuencia de lo aprendido en una pieza previa, Banco, donde nuevamente se retoma la idea de trabajar desde la repetición, — esta vez resolviendo las complejidades técnicas —, torciendo un único elemento multiplicado que resulta en la estructura de la poltrona. Doce planchuelas de acero conforman las piezas que se comportan como patas y cuerpo del asiento en simultáneo, salvo dos de ellas, los apoyabrazos, que rompen intencionalmente la simetría del mobiliario.